El Ramadán es el noveno mes del calendario lunar musulmán, un mes sagrado que se caracteriza por ser un mes dedicado a la oración, la introspección y el ayuno diario que simboliza la mortificación del cuerpo y un vínculo más cercano con Allah. El ayuno no es lo único importante durante el Ramadán, ya que se acompaña de disciplina personal, ayuda a los demás, tener buenos pensamientos, etc., en resumen, ser un buen musulmán y una buena persona. Su duración es la de un mes lunar completo y su fecha de inicio cambia cada año, avanzando 11 días desde el año anterior, ya que comienza con la aparición de la luna del octavo mes del calendario musulmán.
En el último día del Ramadán, llamado Aid el Fitr, se celebra la fiesta del fin del ayuno y se entrega un folleto a una persona necesitada en agradecimiento a Allah por haber hecho el ayuno con éxito. El ayuno se lleva a cabo desde el amanecer hasta el atardecer y, por supuesto, hay personas que están exentas de cumplirlo como enfermos, niños, ancianos débiles, viajeros, mujeres embarazadas, durante el puerperio y la lactancia si el niño puede estar en riesgo.